Colección: Estufas a Parafina

Si necesitas resolver la calefacción de tu casa y no cuentas con un sistema centralizado con caldera, las estufas de parafina pueden ser grandes aliadas.
  1. No requieren ningún tipo de instalación. No tienes que hacer obras ni reformas.
  2. Sin contrato ni gastos fijos. Y, por lo tanto: sin sorpresas a fin de mes. Controlas tu gasto totalmente. No necesitas conexión a una compañía suministradora de gas. Incluso si es una casa aislada, donde no llega la electricidad: los modelos tradicionales de mecha y los de doble llama no la necesitan. Funcionan con pilas.
  3. Tienen gran poder calorífico y caldean rápidamente grandes espacios. ¡Y son silenciosas!
  4. Son pequeñas y manejables. Puedes trasladarlas fácilmente cuando lo necesites y llevar el calor donde quieras.
  5. El combustible líquido (parafina, también llamado queroseno) está disponible en grandes superficies.
  6. La parafina viene en bidones fáciles de trasladar y guardar. Mucho más sencillo que mover una bombona de gas.
  7. Incorporan sistemas de seguridad: se apagan automáticamente en caso de vuelco accidental o si detectan niveles de CO2 superiores a los admitidos.
  8. Hay modelos programables que ayudan a ahorrar en consumo y ganar en confort: son las estufas de parafina electrónicas. Necesitan conexión eléctrica para su funcionamiento.
  9. Las estufas de mecha tradicionales con doble llama ofrecen un menor consumo por la doble combustión de gases.
  10. Apenas requieren mantenimiento.